MANUAL DEL REGALO PERFECTO (especial para los chicos que regalan)

Venga chicos, que no es tan difícil. Seguro que poniendo un poquito de vuestra parte y prestando una pizca de atención a la chica que os encontráis tooodas las mañanas a vuestro lado (exacto, vuestra novia, mujer, cónyuge...), estas navidades acertáis de pleno con los regalos. Y para ponérselo más fácil a todo varón dispuesto a quedar como Dios con su pareja, aquí tenéis el MANUAL DEL REGALO PERFECTO (vero marca reg), una serie de consejillos prácticos y estupendos para ser los amos del cotarro y dejar a Papá Noel, a los Reyes Magos y al Amigo Invisible a la altura de una zapatilla. Tengo que decir de paso que mi manual, aunque orientado al novio/marido desorientado, también puede ser utilizado por madres, hermanos, amigos, cuñados y tíos abuelos. Vamos al lío:

• Punto 1. No es lo mismo oír que escuchar. Así que cuando oigas a tu chica hablar con su mejor amiga/hermana/compañera de trabajo, no te abstraigas y pienses en el paradón de Casillas del partido de anoche, ESCUCHA. Te alegrarás del resultado porque seguro que entre otros temas, tu chica le estará comentado a su mejor amiga que ha pasado por la tienda tal y ha visto un bolso monísimo en color nude que le combina a la perfección con su trench nuevo. Puede que no sepas con certeza cuál es el color nude, ni qué es exactamente un trench (si no es así, enhorabuena, deja tu ADN para que te clonen), pero si memorizas el nombre de la tienda y las características del bolso, tendrás el éxito asegurado. Este consejo es extensible a otros artículos cómo: libros, bufandas, pashminas, colgantes, pendientes, anillos (un diamante es para siempre, recordad), música, adornitos para la casa, ropa (prestando muucha atención al punto dos)... Ya sabéis, la consigna es ESCUCHAR.
• Punto 2. Nunca, nunca, nunca os la juguéis con las tallas. Nuuuunca. Vale, me has hecho caso y has decidido regalarle a tu novia, a la que adoras, esos jeans de los que lleva hablando dos meses con cara de gato con botas de Shrek, así que vas a la tienda, pides el modelo y el color exacto que has apuntado en las notas del móvil , y el dependiente te pregunta qué talla quieres... ahí te quería yo ver. Normalmente no se tiene la precaución de mirar antes unos jeans que ella use con frecuencia, o de preguntarle a su hermana, no, se va y se compran a ojo. Y ahí es donde un regalo maravilloso se convierte en una pesadilla. Si compras una talla muy pequeña tu novia te pondrá cara de ¿pero cómo me has mirado tú para comprarme una 36 si yo uso una 40?, no se sentirá halagada, no, tendrá que ir a descambiarlos y decirle al dependiente que los quiere DOS tallas más grande, y eso no gusta a nadie. Y si los compras muy grandes tu novia te mirará con cara de ¿pero te crees que sales con Falete?, y según el carácter de la susodicha puede que hasta te tragues los jeans. Con remaches y todo. Consigna: averigua la talla de tu chica y su número de pie (a no ser que le regales unos Louboutin, que entonces dará igual porque se los pondrá de todas formas) antes de lanzarte a comprarle ropa.
• Punto 3. Observa el entorno en el que se mueve. Préstale atención a los detalles, al menos sólo cuando quieras comprar un regalo. Incluso, y sin que sirva de precedencia, cotilléale el joyero, fíjate en la clase de música que tiene en el IPod o en el MP4, en los libros que lee, en el color que predomina en su armario... Si en la vida has visto a tu pareja con más joyas que la cadenita de oro de la comunión, ¿crees que le gustará esa mega pulsera de pedrolos a la que le has echado el ojo?, ¿por qué piensas que le entusiasmará lo nuevo de María Dolores Pradera cuando se desgañita en la ducha cantando lo último de Lady Gaga?, o (y este va dedicado especialmente a ti, querido ex) si tu chica ha dicho en varias ocasiones que a ella los peluches ni fu ni fa, ¿crees que se lanzará a tus brazos cuando vea el oso gigante que le has comprado?. Por el contrario, ves que en su perchero abundan las bufandas de lana gruesa, que en su tocador hay todo un muestrario de perfumes, que le pirran los libros de autoayuda, que es fan de Harry Potter... son pistas valiosísimas, ¿la consigna?,  ¡APROVÉCHALAS!.
• Punto 4. Si el regalo es para ella, no tiene por qué gustarte a ti, sino a ella. Tengo una amiga que trabaja en una lencería y cuando un chico va a comprarle a su pareja ropa interior, nunca piensa en el estilo de ella, si no en lo que a él le gusta. Y eso se extrapola a todo tipo de regalos. A una conocida su novio le regaló un super mega ultra disco duro externo para el ordenador, de un millón de gigas o por ahí, y un montón de propiedades que él le enumeraba totalmente ilusionado y que a ella le estaba sonando a chino mandarino japonés. Este consejo es especial para aquellos chicos a los que les encanta todo tipo de gadgets, que son la leche para ellos y que para nosotras nos dicen lo mismo que una lata de sardinas arenques. Nada. Así que ya sabéis, pensad durante unos segundos si ese conjunto de ropa interior de leopardo transparente  con aberturas incómodas y encajes es el regalo adecuado para vuestra chica, o es el vérselo puesto lo que os emociona. Consigna: preguntaros realmente ¿LE GUSTARÁ?.
• Punto 5. Nunca le preguntes a tu pareja qué necesita cuando vayas a regalarle algo. Venga, si es la escena más típica en la vida de una pareja. Se acerca el cumpleaños de ella y le pregunta a su chico "¿qué me vas a regalar?" y él, que se queda así un poco flasheado, responde a la gallega con otra pregunta mortífera, "no sé, ¿qué necesitas?"... Pues a ver, necesitar, necesitar, se necesitan muchas cosas: una plancha nueva, que la que tenemos se ha atascado de cal, un trabajo mejor donde gane mucho y trabaje poco, un piso nuevo con más metros, más luz y menos hipoteca, 15 cm de altura más, o menos, 10 kilos menos (siempre menos)... se necesitan muchas cosas, pero la gracia de un regalo es en que sea algo que se quiera, no que se necesite (a no ser por petición expresa, que también pasa, entonces lo tenéis todo hecho). No necesito otros zapatos, pero sí quiero otros zapatos, no necesito un fin de semana romántico en un hotelito con encanto, pero sí quiero ese fin de semana, no necesito un bolso de Mulberry... bueno, esto sí que lo necesito, jejeje. Puede que necesite calcetines, en ese caso voy y me los compro yo misma, no espero abrir un paquete y encontrármelos envueltos. Consigna: NO PENSÉIS EN LAS NECESIDADES, SINO EN LOS DESEOS.
• Punto 6. Queda terminantemente prohibido eso de "yo te doy el dinero y tú te lo compras". No, no y no. Eres su pareja, no su abuela, y lo bonito de los regalos, aparte del regalo en sí, es que sabes que esa persona se ha parado a pensar en ti, en lo que te gusta, en lo que deseabas, ha ido y lo ha buscado, y te lo trae envuelto, con la ilusión de que te guste de verdad. Eso es lo que normalmente nos hace soltar el "ooooh" cuando abrimos nuestro regalo, porque así nos demostráis que nos habéis escuchado, que habéis estado atentos a nuestras predilecciones, que nos conocéis de verdad. Y todo eso se pierde cuando el chico abre su cartera, te da un billete y te dice "cómprate algo bonito"... ala, así me quito el problema de molestarme y tener que prestar atención a mi pareja. Hay chicas que lo permiten, vale, cada uno es cada uno, pero normalmente no es así. Consigna: HACER ESO ES DE ZOPENQUILLOS Y VAGUETES, ASÍ QUE NASTI.

Bueno, pues ahí lo tenéis, el manual del perfecto regalador. Espero que lo uséis con buen criterio. Me lo agradeceréis (chicos y chicas). Y si no, ahí van algunos regalos ideales, con soporte visual y todo (Francisco de mis amores, va por ti).

Besitos!!